«Los cursillos para rehabilitar a los agresores siguen siendo un fraude»

Pide que para combatir el aumento del número de casos se escuchen las voces de las mujeres que conocen el problema.

26.09.09 - J. P.
Esther Antero, presidenta de la Asociación Contra la Violencia Doméstica y en Defensa del Menor (Acovidem), cree que los casos de agresiones a mujeres aún seguirán creciendo «durante muchos años».

- Los casos de violencia de género no cesan.
- Ojalá no fuera así pero, desagraciadamente los datos son los que son. Va a costar todavía unos cuantos años que la incidencia baje.

-¿Qué se está haciendo mal?
- Quizá, algunas veces no se hace caso de las aportaciones que hacen quienes conocen el problema.

-¿En qué sentido?
- Todo está excesivamente centrado en el acompañamiento a las víctimas. Se persigue que el proceso resulte muy rápido, que termine pronto. De unos años a esta parte, lo único que hemos conseguido es que las carpetas de los casos pasen cuanto antes a la bandeja de 'resueltos'. Pero creo que esto no es lo más importante. Una mujer valora más que tenga la suficiente seguridad de que va a poder emprender una vida en solitario con su familia. Y también que si se decide a poner una denuncia va a estar protegida en los momentos difíciles. Hoy por hoy, la valoración del riesgo que padece una mujer se sigue haciendo mediante un test estándar que nosotras hemos denunciado como inapropiado. Este planteamiento en sí es ya una agresión. Cuando una mujer está pidiendo una protección a gritos hay que creerla. Nadie quiere tener a una sombra detrás.

- ¿Hay medios para poner freno al crecimiento de los delitos?
- Lo que no sé si hay son ganas de poner todos los recursos. Creo que se priorizan otros problemas. A la hora de otorgar medios observo que hay una desigualdad. A igual categoría de problemas creo que se dedican pocos medios a la solución de la violencia contra las mujeres. Hay muchos titulares y no tantos medios.

- ¿Cuál es la principal necesidad de las mujeres que llegan a su asociación?
- Una atención adecuada y su revalorización. Hay un trabajo muy importante que hacer para que muchas mujeres que han pasado por un infierno se sientan capaces de tirar con su vida hacia adelante.

- ¿Cree que las órdenes de alejamiento son efectivas?
- Igual, en algún caso, puede que los sean, pero en general, creo que no. Llevamos años diciéndolo: la orden no deja de ser más que un trozo de papel en el bolsillo de una mujer para que en un caso de necesidad puede mostrársela a un policía, si es que le da tiempo.

- ¿Sabe cuántas mujeres hay actualmente con escolta en Euskadi?
- Lo desconozco, pero no creo que sean muchas. En el momento en el que más protección hubo, recuerdo que fueron treinta las que iban escoltadas.

- Ustedes denunciaron hace ya algunos años que los cursillos para la rehabilitación de maltratadores eran un fraude. ¿Piensa lo mismo?
- Por supuesto. Los maltratadores los utilizan para obtener un beneficio y evitar consecuencias penales, bien sea acortar la condena o evitar ingresos en prisión. ¿Alguien puede creer que una persona que durante toda su vida ha pensado que tiene el derecho de someter a la mujer, puede cambiar en un cursillo de unos meses? Me parece irrisorio.

-¿Y por qué los mantienen?
- Eso me gustaría saber. Los resultados que se obtienen, desde luego, son nulos. También me gustaría saber por qué después de denunciar en múltiples ocasiones que el sistema de valorar el riesgo es absolutamente nefasto, sigue vigente.

http://www.diariovasco.com/20090926/al-dia-local/cursillos-para-rehabilitar-agresores-20090926.html