Urra considera que el antídoto contra la violencia doméstica "está en la educación desde el hogar"

CEUTA, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de la Red Europea de Defensores del Menor, Javier Urra, aseguró hoy en las IV Jornadas de Inmigración, Interculturalidad y Convivencia que organiza el Instituto de Estudios Ceutíes (IEC) en la ciudad autónoma que "el antídoto" contra la violencia doméstica "está en la educación desde el hogar, donde las madres tienen un papel determinante", ya que a su juicio "las leyes y los castigos son necesarios, pero siempre llegarán tarde". Al tratamiento que los medios de comunicación dan de este tipo de casos atribuyó "una gran responsabilidad" paralela.

   "Hay que conseguir tener alergia a la violencia, repudio extremo a levantar la mano", reclamó el ex Defensor del Menor de Madrid, que fue el primer ponente del congreso, en el que defendió la necesidad de "cambiar las mentalidades desde la escuela, pero también desde los movimientos sociales y vecinales, para influir en las actitudes, en los procesos de socialización y en las imágenes sociales compartidas".

   Urra lamentó que la violencia "está muy arraigada en algunos sectores de nuestra sociedad" y recordó que "hay jóvenes que tiranizan y agreden a sus madres". "Qué harán con sus parejas el día de mañana", invitó a preguntarse al auditorio del Salón de actos del Palacio autonómico, al que advirtió de que el pronóstico sobre la evolución del maltrato doméstico "es negativo". "Los jóvenes varones son poco respetuosos y algunos entienden la violencia como única forma de solución de problemas y hay una nebulosa en el papel a desempeñar por el varón en esta sociedad", reflexionó.

   Como conclusión, además de reclamar que se agilicen los procesos de separación o de que se incida en la sensibilización de los jóvenes "en las aulas y el hogar", Urra pidió "que se feminice" la sociedad haciéndola "más tierna, menos dominante, más sensible y menos psicopática".

   "Hay que ir a lo más profundo, al pensamiento íntimo, a las creencias, porque los frutos de esta apuesta por la educación en la ética e igualdad entre hombres y mujeres más allá de la asignatura obligatoria y evaluable de 4º de la ESO tardarán en llegar, por eso su puesta en marcha no permite demora", remató.

El Maltrato Psicológico.

Diario de Noticias. 25 de Noviembre de 2008
Artículo de Lola Cabasés.
http://www.noticiasdenavarra.com/ediciones/2008/11/25/sociedad/navarra/d25nav6.1429592.php

"El maltrato psicológico, más sutil y dañino, causa el 77% de las agresiones contra la mujer
los expertos afirman que la violencia psicológica debe ser nombrada y reconocida.
Los insultos, las descalificaciones, el control, el acoso, la humillación son claves para detectar situaciones punibles".

Pamplona. El 77% de las mujeres que manifiestan haber sido maltratadas "sólo" lo ha sido de forma psicológica, un tipo de violencia que también se presenta en el 21% de los casos en los que ha habido agresión física, atentado este último que representa apenas un 2% del maltrato machista. En estos datos coinciden la mayoría de los estudios realizados que evidencian, igualmente, que la violencia psicológica no se percibe como agresión cuando, sin embargo, está siempre presente, deja huella y va minando poco a poco a las agredidas. La violencia psicológica subyace en el 98% de las agresiones. "Hace daño y debe ser nombrada, reconocida y debatida".

La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, supuso un hito importante en la lucha por el reconocimiento y los derechos de las mujeres. En este documento, se define la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico. Incluidas las amenazas, la coacción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en la vía privada".

Hoy, 25 de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, con el objetivo de sensibilizar a los gobiernos y a la opinión pública acerca de la necesidad de promover acciones para frenar el desarrollo de este problema social, que continúa afectando a un elevado porcentaje de mujeres en todo el mundo.
En Navarra, hasta el pasado 31 de octubre, las distintas policías recogieron 1.055 denuncias por violencia contra la mujer, una cifra que aumenta cada año y que, según los datos del departamento de Asuntos Sociales, son cada vez de mujeres más jóvenes.
De las denuncias presentadas en Navarra, el 58% lo fueron por agresiones de tipo físico, el 7% por maltrato físico y psíquico y el 4% por abusos sexuales. Sólo denuncia estas situaciones el 15% de las mujeres que las sufren, de ahí que en los gabinetes y servicios de atención psicosocial a la mujer, los números sean otros.
Coinciden los expertos en que las agresiones físicas constituyen la punta del icerberg de la violencia contra las mujeres y, que, cuando ya se han ido poniendo en marcha diversas medidas para ir paliando sus efectos, advierten de la necesidad de luchar contra la invisibilidad del maltrato psicológico.
La Plataforma de Mujeres contra la Violencia Sexista organizó la pasada semana una charla sobre Las huellas ocultas de la violencia contra las mujeres que impartió Ianire Estébanez, una joven psicóloga de Bilbao, Máster en Intervención en Violencia contra las mujeres. Ella, al igual que Mª José Rodríguez, psicóloga de Pamplona, especialista en Psicologia Clínica y Forense, y profesora en dicho Máster que se imparte en la Universidad de Deusto (Bilbao), coinciden en una evidencia: "Las mujeres identifican violencia con golpes, con gritos, pero el maltrato psicológico no es percibido como una muestra de violencia, y por tanto, la confusión hace que puedan tolerar comportamientos de abuso sin darse cuenta". Es más "antes de la violencia física ha habido maltrato psicológico y dominación", precisan.
"El maltrato psicológico -dice Estebánez- deja más huella; las marcas de la violencia física cicatrizan pero ¿que hacemos con las heridas del alma?", se pregunta. "Muchas mujeres maltratadas -apunta Rodríguez- dicen que los golpes les han hecho menos daño que los desprecios e insultos continuos y comentan que, después de haber acabado con el maltratador, les cuesta superar el maltrato psicológico, que no dejan de tener un gran dolor emocional, que no viven felices".
El maltrato psicológico tiene también sus manifestaciones. "Las agresiones psicológicas más frecuentes son los insultos feroces, las descalificaciones, los desprecios, las amenazas directas y las indirectas, el acoso moral, el psicológico y el físico, el forzarle a mantener relaciones sexuales con presiones psicológicas, el impedirle relacionarse con su familia y con sus amigas, y tantas y tantas", apunta Mª José Rodríguez.
Ianire Estébanez, que trabaja en un servicio de atención psicosocial, participa en terapia de mujeres maltratadas y ha elaborado, junto a sus compañeras, un manual del maltrato psicológico.

"La violencia psicológica es sutil, no deja secuelas a simple vista, puede aparecer camuflada con el amor y es más fácil buscarle justificaciones".

EL COP CONTRA LA VIOLENCIA SEXISTA

DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER - ENTREVISTA A MARÍA JOSÉ RODRÍGUEZ DE ARMENTA
fecha de publicación 25/11/2008 6:15:00

http://www.infocop.es/view_article.asp?id=2132&cat=5

ISSN 1886-1385 © INFOCOP ONLINE 2007

La violencia de género es un preocupación social con gran peso en la actualidad, tal y como se pone de manifiesto casi diariamente a través de los medios de comunicación.
La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, supuso un hito importante en la lucha por el reconocimiento y los derechos de las mujeres. En este documento, se define la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico. Incluidas las amenazas, la coerción o la prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vía pública o en la vía privada".

Hoy, 25 de noviembre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, con el objetivo de sensibilizar a los gobiernos y a la opinión pública acerca de la necesidad de promover acciones para frenar el desarrollo de este problema social, que continúa afectando a un elevado porcentaje de mujeres en todo el mundo.

Con motivo de la celebración de este día, el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos y el Colegio Oficial de Psicólogos de Las Palmas, han organizado las III Jornadas Estatales sobre Violencia de Género, que tendrán lugar los días 28 y 29 de noviembre en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Es precisamente en el marco de estas Jornadas, que participará Mª José Rodríguez de Armenta, doctora en Psicología, especialista en Psicología Clínica y Forense y miembro del Instituto Navarro de Medicina Legal, con la ponencia "Procedimientos para la atención a las mujeres víctimas de maltrato doméstico y agresiones sexuales".

Dado que la Psicología está plenamente implicada en la búsqueda de estrategias para eliminar las diferentes manifestaciones de violencia y, en concreto, contra la violencia de género, tanto en la prevención como en la intervención directa con víctimas y agresores, Infocop Online ha querido profundizar en esta área de indudable interés para los profesionales de esta disciplina, entrevistando a Mª José Rodríguez de Armenta.


ENTREVISTA

E: A menudo, los medios de comunicación y el público en general estiman el grado de gravedad de la violencia ejercida contra la mujer en base a las agresiones físicas perpetradas por el maltratador. Sin embargo, muchas mujeres señalan que la agresión psicológica a la que han sido sometidas es mucho más dañina. ¿En qué consiste habitualmente este tipo de agresiones psicológicas? ¿Cuáles son las consecuencias que tiene este tipo de violencia para la mujer?
R: La violencia psicológica está presente en cualquier tipo de agresión, también cuando se produce sobre la mujer. Es decir, cuando una mujer es maltratada físicamente, también sufre de forma simultanea otros tipos de violencias como el aislamiento social, las agresiones sexuales, la violencia económica, la estructural, la espiritual y desde luego, la violencia psicológica. Bien es cierto, que existen muchos casos en los que la mujer maltratada no ha sido golpeada pero sufre una intensa violencia psicológica. Estos casos son complicados entre otras cosas, porque es más difícil su detección y porque las mujeres que la sufren no se reconocen como maltratadas y por eso no lo denuncian o bien retiran pronto la misma.
Muchas mujeres maltratadas consideran que los golpes les han hecho menos daño que los desprecios e insultos continuos y ellas mismas comentan, después de haber acabado con el maltratador, que les cuesta superar el maltrato psicológico, que no dejan tener un gran dolor emocional, que no viven felices.
Las agresiones psicológicas más frecuentes son los insultos feroces, las descalificaciones, los desprecios, las amenazas directas y las indirectas, el acoso moral, el psicológico y el físico, el forzarle a mantener relaciones sexuales con presiones psicológicas, el impedirles relacionarse con su familia y con sus amigas, y tantas y tantas.
Sus efectos son demoledores porque la mujer que las sufre acaba creyéndose todo lo que el agresor día tras día le dice y se convierte en una mujer vulnerable y sin capacidad para defenderse ni comprender su entorno. Por este motivo, vemos que padecen unos daños emocionales muy graves que incluyen trastornos de ansiedad y depresión mayor, sentimientos de culpa y de vergüenza, carencia absoluta de autoestima, trastornos psicosomáticos y de estrés postraumático, conductas suicidas y autodestructivas y un amplio etcétera.
A pesar del creciente reconocimiento social del problema de la violencia de género, es común que muchas mujeres tengan dificultades para romper su relación con el agresor, ¿qué factores o circunstancias facilitan el mantenimiento de este tipo de relaciones?
En la actualidad y desde hace tiempo, tenemos los conocimientos suficientes de cuáles son los medios necesarios que facilitan que las mujeres maltratadas sean capaces de romper completamente la relación con el agresor (o todo lo contrario).
Numerosas investigaciones sobre la materia han llegado a concluir que existen una serie de variables que afectan al tipo de respuestas que la mujer ofrece en relación a su maltrato y que actúan como factores desencadenantes o de mantenimiento del historial de maltrato y son, entre otros, las distorsiones cognitivas, los medios económicos, los recursos personales, la frecuencia y la severidad del maltrato y el apoyo social.
Si de forma global se incide sobre todos estos factores, la violencia de género podrá empezar a erradicarse.
Numerosos profesionales de distintas disciplinas (psicólogos, médicos, policías, etc.), que trabajan en la atención directa a víctimas de violencia de género y en concreto, de agresiones sexuales, vienen reclamando desde hace tiempo la necesidad de incorporar protocolos estandarizados para igualar los procedimientos ofrecidos en todos los servicios y asegurar la calidad de la atención.


E: Desde su experiencia en el trabajo con víctimas de violencia de género, ¿cuáles son las principales necesidades que presentan estas mujeres tanto en los momentos iniciales como posteriores tras haber sufrido una agresión?

R: Las mujeres maltratadas tienen necesidades, por una parte, que se consideran urgentes (teléfonos de urgencia, policías asistenciales, casas de acogida, las medidas cautelares de las Ordenes de Protección y etc.). Si bien, por mi parte y según mi experiencia en estos casos, creo que el resto de las intervenciones deberían ser "no urgentes" como tales pero sí de aplicación inmediata. Por ejemplo, si se facilita a la mujer maltratada los medios económicos que le permitan vivir con dignidad junto a sus hijos, puede que no retire la denuncia y que no regrese con el maltratador como medio de subsistencia. Como este ejemplo, podría decir algunos más.
Pero además creo que es necesario que existan programas terapéuticos dentro de las redes de salud de cada autonomía para mujeres maltratadas, sus hijos y también para los agresores, es decir, para todos los que sientan o provoquen violencia. De esta forma, al trabajar las distorsiones cognitivas previas y posteriores a la interposición de denuncias de las víctimas (y, por supuesto, también si no se desea denunciar) y de los maltratadores y trabajar terapéuticamente las heridas y las graves lesiones del maltrato, incidimos directamente en los núcleos de violencia.
Numerosas investigaciones interdisciplinares han señalado como fundamental y prioritario para proseguir erradicar la violencia, la implantación de programas terapéuticos dentro de las redes de salud para todos los involucrados en casos de violencia de género; que sean gratuitos, de fácil acceso y con criterios de población especial. Y además, que se involucren todos los profesionales sanitarios como agentes activos en esta lucha.



E: En su calidad de experta en Psicología Clínica y Forense, ¿cuáles son los componentes básicos que debe contemplar un programa de atención a mujeres víctimas de violencia de género?

R: El modelo de intervención terapéutica que he planteado y he llevado a la práctica, contiene distintas actuaciones conjuntas pero bien diferenciadas. Por una parte, he considerado importante que desde el primer contacto que tiene la mujer maltratada con el ámbito judicial-policial, asistencial, etc., tenga la presencia de un psicólogo que le pueda asistir, asesorar, apoyar y que sea su referente en todo el proceso que se inicia. De esta forma, además de que se analiza su estado emocional en esa fase inicial, se puede valorar la peligrosidad en que se encuentra y determinar qué necesidades terapéuticas tiene en relación con su realidad.
Posteriormente, podrá iniciar el programa terapéutico individual "a su medida" y después de cerradas las heridas y restaurada emocionalmente, podrá iniciar una terapia de grupo. Pero todo ello con un trabajo continuo de apoyo terapéutico que puede llegar a durar hasta dos años de terapia.
He establecido programas de intervención terapéutica de distinta duración e intensidad, considerando que cada mujer maltratada tiene su propia historia de maltrato y su incidencia emocional será, por lo tanto, también individual. Con criterios similares he planteado los programas para maltratadotes pero eso es otro tema.
Resumiendo, primero debemos realizar una atención de urgencia, luego evaluar individualmente a cada mujer y según lo observado y recopilando información complementaria, elegir el programa que pueda serle más beneficioso, incluso incorporando a sus hijos en el mismo. He considerado importante incluir un seguimiento exhaustivo de cada una de ellas.


E: Teniendo en cuenta su experiencia profesional en la atención a este colectivo de mujeres, ¿qué aspectos quedan por cubrir o deben mejorar las administraciones públicas y privadas para mejorar la atención que reciben las mujeres que sufren violencia de género?

R: Lo primero, y vuelvo a insistir en el hecho de que los departamentos de salud deben involucrarse ahora mismo y trabajar contra la violencia de género, creo que deben existir programas terapéuticos en cada departamento que puedan ayudar a las mujeres maltratadas y a sus familiares cercanos (y también a los agresores, no podemos dejar de trabajar con ellos), en las diversas etapas que ineludiblemente se debe pasar en cada caso de violencia de género: antes de denunciar, cuando ya lo ha hecho, durante todo el proceso judicial y hasta que supere sus lesiones emocionales.
Recientes investigaciones interdisciplinares concluyen diciendo que aunque existan leyes y todos los medios personales, económicos y materiales necesarios, si las consejerías de Salud/Sanidad no cumplen la Ley Integral y no forman a todos los profesionales de la salud (médicos, enfermeras, psicólogos, auxiliares…) respecto a las actuaciones adecuadas en casos de violencia de género (detección, evaluación, tratamiento y derivación) y no se crean e implantan programas terapéuticos para todas las víctimas de la violencia de género, - tanto las primarias como las secundarias, incluidos los menores y también las personas violentas -, la violencia de género seguirá sin denunciarse, se seguirán retirando denuncias, se seguirán heredando las conductas violentas de padres a hijos y las víctimas seguirán malheridas y sin recuperar la salud mental. Hasta que no se cumplan estas medidas, las personas violentas reproducirán sus actos violentos con otras nuevas víctimas y nunca cerraremos los círculos de la violencia, ni cerraremos las graves lesiones psicológicas, ni se terminarán los delitos de violencia de género.


E: Una de las quejas de numerosas mujeres que acuden a algunos servicios a denunciar su situación es la victimización secundaria a la que son sometidas por parte de ciertos profesionales que les atienden. Desde su punto de vista, ¿qué medidas y acciones se podrían poner en marcha para mejorar y garantizar la atención que reciben estas mujeres actualmente en nuestro país? ¿Cuáles son los principales obstáculos que nos encontramos para su puesta en marcha?

R: La victimización secundaria es un problema que en muchas ocasiones es difícil de solucionar y pongo como ejemplo el largo, complicado y tedioso proceso penal que en casos de violencia de género es casi ineludible seguir: denunciar, ratificarse, ir a la clínica forense para la revisión de las lesiones físicas, al tiempo ir a que le periten psicológicamente, meses y meses de espera hasta el día del juicio oral…
Somos muchos y de distintas profesiones los que debemos intervenir para cubrir las diversas necesidades de las mujeres que han sufrido violencia de género (legales, sociales, económicas, psicológicas…). Pero los profesionales que vamos interviniendo en cada parte del proceso, sabemos perfectamente cómo tratar a las mujeres maltratadas y somos una fuente de alivio y de desahogo en muchas ocasiones. Estamos informados y muy formados y el trato suele ser exquisito.
En estos tiempos, raro es el caso en que una persona que atienda a mujeres maltratadas o agredidas sexualmente, se sienta con derecho de levantarle la voz o responderle con enfado, pero siempre hay casos…
Desde siempre he postulado que es imprescindible unir la ciencia con la práctica y así lo sigo haciendo. La formación de todos nosotros debe ser diaria y los cursos tienen que ser interprofesionales para que aunemos criterios, tanto de actuación como de búsqueda de objetivos, para el bien de las mujeres que sufren violencia de género. De esta forma, nuestro actuar puede ser proceso coordinado y armonioso de intensa colaboración mutua.


E: Para terminar, ¿desea añadir alguna otra cuestión sobre el tema que nos ocupa?

R: Deseo trasmitir el optimismo que siento y mi visión positiva respecto a lo mucho que hemos avanzado en tan pocos años. Creo que vamos por buen camino. Creo que la formación y la investigación deben ir parejas a las intervenciones directas.
Me siento profundamente solidaria con las mujeres y los niños que sufren violencia de género. Sé que se pueden erradicar sus efectos nocivos y recuperar la libertad y la paz interior y sé que muchos de los que producen violencia pueden dejar de hacerlo y volver a ser hombres. Por eso, insisto en que deseo trasmitir optimismo porque lo que digo lo digo con los cientos de casos que he atendido, asistido, peritado y acompañado. Muchas de esas historias forman parte de mi vida.

RECUERDO POR LAS VÍCTIMAS EN ACCIDENTES DE TRAFICO



Domingo, 16 de noviembre de 2008

MARÍA SEGUÍ GÓMEZ ES DIRECTORA DEL EUROPEAN CENTER FOR INJURY PREVENTION DE LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA.
VICEPRESIDENTA DE LA SOCIEDAD NAVARRA DE VICTIMOLOGÍA.

CADA año mueren en el mundo cerca de 1,2 millones de personas y otros 50 millones sufren lesiones y discapacidades a causa de los accidentes de tráfico. En otras palabras, en el tiempo que tarda en leer este texto, unas 5 personas habrán muerto y cerca de 200 experimentarán traumatismos de grave consideración. Las consecuencias de este alarmante problema de salud pública son devastadoras, no sólo para las víctimas sino también para sus familias y para la sociedad en general.
En octubre de 2005, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que instaba a los gobiernos a declarar el tercer domingo de noviembre Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico. Se creó con el objetivo de ofrecer reconocimiento a las víctimas de accidentes de tráfico y a la difícil situación de sus familiares. La celebración de este día es una oportunidad para aumentar la concienciación de la sociedad con respecto a la magnitud del problema, e iniciar y promover esfuerzos para controlar y prevenir las muertes y lesiones derivadas de los accidentes de tráfico.
Además del impacto económico, que en muchos países se traduce en situaciones de pobreza, la pérdida de un familiar tiene otras secuelas sociales y psicológicas. Así, numerosos estudios hablan, entre otros, de complicaciones con el alcohol o las drogas en la familia; problemas laborales, separaciones y divorcios en los padres; comportamientos negativos, cambios emocionales y abandono escolar de los hermanos; incluso episodios de suicidio.
Algunos de estos efectos son comunes a otras enfermedades como el cáncer o las dolencias crónicas. Las etapas emocionales por las que tienen que pasar las víctimas y las familias son, probablemente, las mismas. Sin embargo, cabría plantearse, e investigar, si por la naturaleza inesperada y violenta de los accidentes de tráfico estas consecuencias son más importantes. La Sociedad Navarra de Victimología nació con la finalidad de dar respuesta a esta pregunta e investigar y avanzar en el conocimiento científico de todos aquellos aspectos que afectan a las víctimas de accidentes y de delitos.
Existen en el mundo varias asociaciones, como la European Federation of Road Traffic Victims (FEVR), cuyo principal objetivo debería ser el de concienciar a la población y estimular la necesidad de aumentar la prevención e investigación sobre los accidentes de tráfico y sus consecuencias, además de aprovechar este día para reclamar mayor atención sobre esta cuestión.
Por todo ello, desde el Centro Europeo de Prevención de Lesiones y Accidentes de la Universidad de Navarra (European Center for Injury Prevention), queremos unirnos al dolor de las víctimas y sus familias, así como aportar nuestro grano de arena para solucionar este grave problema, dedicando nuestros esfuerzos al desarrollo y evaluación de medidas efectivas tanto de prevención como de control.

25 DE NOVIEMBRE, DÍA INTERNACIONAL POR LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

HOMENAJE A LAS HERMANAS MIRABAL, LAS MARIPOSAS

http://www.diariodenavarra.es/edicionimpresa/articulo.asp?not=a12art1672672a&dia=20081125&seccion=opinion


Cuando hablo de las hermanas Mirabal a mis amigos y amigas que trabajan diariamente en la lucha contra la violencia de género, me sorprende que nunca hayan oído hablar de ellas ni de lo que representan. La maravilla es que tres mujeres de un pequeño país se hayan convertido en símbolo internacional de la lucha contra la violencia sobre las mujeres y que sean un ejemplo para las mujeres de todo el mundo.
Las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron tres mujeres de la República Dominicana que tuvieron la valentía de luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente a una de las peores dictaduras que ha tenido Latinoamérica, la de Rafael Leonidas Trujillo. La postura política por la que apostaron fue la excusa para que fuesen perseguidas, acosadas, vigiladas y encarceladas en varias ocasiones y finalmente, brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960. En honor a ellas, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional por la No Violencia Contra la Mujer. Esta decisión se tomó en 1981 en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá, y se ratificó también en un foro internacional, en la Conferencia Internacional de la Mujer celebrada en Alemania, en 1987.
Cuando se pasea por Santo Domingo, por aldeas y poblados de la República Dominicana, se ven dibujos, cuadros y esculturas de tres bellas Mariposas que simbolizan a las hermanas Mirabal porque este fue el seudónimo que usaron en sus actividades clandestinas contra la dictadura. Sus fotos rodeadas de mariposas recuerdan en cualquier lugar dominicano, la lucha por la libertad y contra la tiranía de estas tres valientes mujeres.
Mariposa 1 (Minerva), Mariposa 2 (María Teresa), Mariposa 3 (Patria) eran de una familia acomodada que les permitió estudiar en la universidad y tener relaciones influyentes en su país. Sus ideales políticos las llevaron a militar en el Movimiento 14 de junio, hecho por las que fueron encarceladas y perseguidas junto con sus maridos –estos siguieron en prisión durante años sufriendo terribles torturas-, mientras que las Mariposas recibieron la orden de salir con arresto domiciliario, por las presiones de gentes influyentes cercanas al dictador.
Patria, Minerva y Mª Teresa podían salir de su casa familiar en Ojo de Agua, dos veces por semana, para ir a misa los domingos y a la cárcel a visitar a sus maridos. Así fue como se perpetró la trampa para asesinar a las tres hermanas.
Y me contaron, con voz emocionada,cuando me invitaron a la casa familiar en donde vive la cuarta hermana Mirabal, que eran tres mujeres muy bellas, -de Minerva se habla como de un hada encantada-, cultas y solidarias, que su personalidad creaba batallones de amigos luchadores por la vida en libertad y que por eso, sin cumplir cuarenta años, cuando volvían de visitar a sus compañeros de la cárcel, fueron asaltadas por los diablos que las buscaban, las llevaron a un lugar alejado y cada asesino se llevó a una Mariposa a un lugar apartado y a garrotazos y después de sufrir todo tipo de atrocidades, fueron asesinadas junto a su fiel chofer. Después tiraron su coche con las Mariposas siempre vivas para nosotros y con las hermanas Mirabal arrancadas de esta vida.
Me sigue conmoviendo este relato, es fascinante cada episodio de sus vidas. Es emocionante y reconforta saber que en el mundo hay gente buena que vive pensando en los demás y que es capaz de perderlo todo, hasta su propia vida.
Esta es la historia de las hermanas Mirabal y del por qué se celebra cada 25 de noviembre el DIA INTERNACIONAL POR LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.

NECESITAMOS QUE LAS CONSEJERIAS DE SALUD ACTUEN E IMPLANTEN PROGRAMAS TERAPEUTICOS PARA TODAS LAS MUJERES Y NIÑOS MALTRATADOS Y PARA LOS MALTRATADORES

Desde hace demasiados años, se viene discutiendo en distintos foros (políticos, sociales, divulgativos, científicos…) sobre cuales son las causas relacionadas directamente con la presencia de las distintas formas, tipos e intensidades de Violencia de Género.

Frente a la incomprensión que produce que un ser humano pueda ser capaz de tanta atrocidad, surgen preguntas tales como: ¿por qué la mujer aguanta tanto y tantos años?; ¿por qué no denuncia o bien, retira la denuncia?, ¿qué lesiones psíquicas y qué secuelas se producen en las víctimas?, ¿qué le pasa a un ser humano para ser capaz de hacer tanto daño?, ¿es consciente o no del daño causado?, ¿tienen curación estas personas? y etcétera, etcétera, hasta perdemos en el abismo de las especulaciones y de los proyectos basados en ideas peregrinas lejanas a la ciencia y desde luego, a la Psicología Jurídica.

Muchas de estas preguntas tienen desde hace algún tiempo respuestas claras y contundentes surgidas de la ciencia empírica y de trabajos con buena planificación experimental.

La mayoría de las investigaciones interdisciplinares concluyen diciendo que aunque existan leyes y todos los medios personales, económicos y materiales necesarios, si las consejerías de Salud/Sanidad no cumplen la Ley Integral y no forman a todos los profesionales de la salud (médicos, enfermeras, psicólogos, auxiliares…) respecto a las actuaciones adecuadas en casos de violencia de género (detección, evaluación, tratamiento y derivación) y no se crean e implantan Programas Terapéuticos para todas las víctimas tanto las primarias y como las secundarias, incluidos los menores y también para las personas violentas: la violencia de género seguirá sin denunciarse, se seguirán retirando denuncias, se seguirán heredando las conductas violentas de padres a hijos, las víctimas seguirán malheridas y sin recuperar la salud mental y las personas violentas reproducirán sus actos violentos con otras nuevas victimas y nunca cerraremos los círculos de la violencia ni cerraremos las graves lesiones psicológicas.

Ahora es el momento de preguntarnos: ¿por qué no cumple la ley el Ministerio de Educación y el de Sanidad?, ¿por qué no se implantan Programas Terapéuticos en todos los Centros de Salud para toda la ciudadanía que necesite sanarse para salir de su victimización y curar sus heridas?, ¿por qué no se crean programas con idénticos criterios de intervención en todo el Estado Español?, ¿por qué no derivan a todas las víctimas y a todos los agresores a los Programas Terapéuticos? 

Opino con la rotundidad que da la experiencia profesional, apoyada por los datos recogidos en los estudios, informes e investigaciones de diversos expertos en asistencia a las víctimas de la violencia género y en nuestros propios datos experimentales que:

·        Si una mujer que ha sido víctima de la violencia doméstica no se incorpora a un Programa Terapéutico: difícilmente recuperará su salud mental, le será muy difícil reiniciar una nueva vida y tenderá a mantener las conductas patológicas aprendidas en esa relación violenta.

·        A una niña violada o una mujer violada, se le rompe su estructura de personalidad derivando su evolución, en la mayoría de los casos, a rasgos y conductas patológicas de enorme gravedad.

·        El daño psicológico que se produce en una mujer violada se compara al que sufre cualquier víctima de una catástrofe natural en donde exista pérdidas materiales y humanas de gran envergadura.

·        Los/as niños/as que observan la violencia familiar, tenderán a reproducir estas conductas y patrones de violencia.

·        Los tratamientos psicológicos con una víctima de un delito violento, se consideran lo más complejos de abordar: la terapia es de larga duración, las recaídas son frecuentes, las patologías en una víctima son múltiples y graves, y los resultados del tratamiento cuando son negativos son muy dramáticos.

¿Qué más podemos decir que avale la urgente necesidad de que existan Programas de Salud Mental específicos para víctimas de la violencia en el ámbito Nacional e Internacional?.

Actualmente y en el ámbito internacional y nacional relativo a la Violencia de Género, se considera necesario intervenir (obviando todas las demás medidas) desde la óptica psicológica/psiquiátrica, educacional y clínica.

Cuando se hayan desarrollado los Programas Terapéuticos de asistencia a las mujeres maltratadas y sus hijos, parece conveniente incluir Programas dirigidos a los autores de los delitos, es decir, los hombres violentos, siempre que estos se hayan considerado "recuperables" por un experto.

 POR FAVOR, CUMPLAN LA LEY INTEGRAL E IMPLIQUENSE 

NECESITAMOS QUE EL MINISTERIO DE SALUD Y TODAS LAS CONSEJERIAS AUTONÓMICAS IMPLANTEN PROGRAMAS TERAPÉUTICOS PARA TODAS LAS MUJERES MALTRATADAS, PARA SUS HIJOS Y PARA LOS MALTRATADORES.