Guía Informativa sobre Agresiones Sexuales


Debemos acabar con las ideas erróneas
· Las agresiones sexuales son un grave atentado contra la integridad física, la libertad sexual y contra la dignidad de la persona. La violación es uno de los delitos que más traumatiza a la víctima porque afecta a toda su personalidad.
· Una creencia social muy arraigada es el unir las agresiones sexuales con el deseo sexual del violador. Uno de los componentes fundamentales de la violación no es el sexo, sino el factor del poder, dominio, violencia o humillación del agresor sobre la víctima y su única expresión es la sexual.
· Cualquier persona puede ser víctima de una agresión sexual, independientemente de su edad, raza, cultura, educación, posición social, costumbres, profesión, carácter o sexo, aunque las principales víctimas son mujeres y menores.
· No existe un perfil único del agresor que, además, también puede ser cualquiera (marido, ex-marido, compañero, hermano, novio, jefe, padre, padrastro, desconocido, etc.).
· No es cierto que las agresiones sexuales se producen siempre por un extraño y que el agresor responda al estereotipo de loco, perturbado mental, drogado, con aspecto desaliñado, de bajo nivel cultural y económico. Los agresores sexuales pueden ser de todas las edades, culturas, procedencias, ideologías o grupos socioeconómicos. En cualquier caso, suelen ser personas que no saben relacionarse en términos de igualdad y de respeto.
· Las violaciones se producen en los más variados lugares y horas, pero especialmente en el domicilio de la víctima, en portales o ascensores y en el coche.
· En las violaciones las mujeres no tienen por qué sufrir agresiones físicas, además, es posible que no existan signos externos de violencia porque durante la agresión la víctima puede quedar en un grave estado emocional que paralice su capacidad de reacción, haciéndola incapaz de gritar, resistirse, correr, luchar y ni siquiera pensar. Por otra parte, cuando el agresor es una persona conocida de la víctima, éste suele utilizar más las amenazas, coacciones e intimidaciones psíquicas que las agresiones físicas, para continuar agrediendo a la atemorizada víctima, especialmente si se trata de menores.
· Socialmente a las víctimas de agresiones sexuales se les exige la defensa a ultranza de su integridad física y sexual, mientras que ello no sucede en otro tipo de delitos.
· Nada justifica una agresión. Existen falsos prejuicios sociales según los cuales se considera que la víctima "provocó" la agresión debido a su forma de vestir, su comportamiento, su forma de vida etc. y creencias o mitos totalmente erróneos y falsos tales como "cuando una mujer dice no, realmente significa si" o " la mujer desea en secreto ser tomada a la fuerza".
· El índice de denuncias falsas en los delitos contra la libertad sexual es semejante al de otro tipo de delitos. Otro mito social erróneo es que "resulta imposible violar a una mujer que no lo desea".
· Las agresiones sexuales pueden ir unidas a otro tipo de delitos (malos tratos, robos, etc.).

Los violadores
"La conducta delictiva acontece en el dinamismo de ese paradigma general de la conducta humana que denominamos interacción, en donde un potencial delincuente, con unas experiencias y aprendizajes previos, intersecciona en un tiempo y lugar concretos con una víctima (Santiago Redondo, 1994)"
Se puede decir que existen cuatro tipos de violadores:
· El violador por desplazamiento de la agresión, que viola para manifestar su rabia. También pretende dañar físicamente a su víctima que suele ser una persona cercana.
· El violador compensatorio: que satisface sus necesidades sexuales con acciones violentas y haciendo que la relación sexual sea una agresión; además no es capaz de mantener una relación sexual satisfactoria sin que exista una víctima agredida violentamente.
· El violador de difusión sexual y agresiva: tiene la personalidad de un agresor sádico, por lo que su excitación sexual irá unida al sufrimiento de sus víctimas y las manifestaciones sexuales serán de una tremenda violencia,
· El violador impulsivo u ocasional: no suele tener antecedentes penales, no piensa o planifica la violación, pero viola a su víctima con motivo de otras acciones delictivas (un robo), u otras situaciones ambiguas (una amiga que ha bebido en exceso).

¿Podemos prevenir una agresión sexual?
Estos son algunos consejos que pueden ayudar a prevenir una violación:
· Procura no ir sola por zonas intransitadas y, si ello es imprescindible, procura cambiar de itinerario.
· Evita hacer autostop o recoger a desconocidos.
· Procura no subir sola en el ascensor con desconocidos.
· Procura abrir la puerta del portal mirando tanto por dentro como por fuera del mismo. No entres nunca con un desconocido a un portal.
· No abras la puerta a desconocidos, especialmente si se estás sola en casa.

¿Qué puedo hacer durante la agresión sexual?
Resulta difícil dar consejos sobre el momento en que se produce la agresión. Gritar, tratar de convencer al agresor de que no siga, defenderse, resistirse, intentar huir si existe la posibilidad real de éxito, pueden ser alternativas, pero en algunos casos, y según el tipo de agresor, estas reacciones pueden generar mayor violencia, alargar la agresión o provocar más al agresor, empeorando los resultados.
En cualquier caso, no hay que obsesionarse o culpabilizarse por la actitud adoptada durante la agresión. La reacción de las personas ante peligros o situaciones límites es imprevisible y debe ser respetada.
En la manera de lo posible, hay que intentar percibir y retener cuantos más detalles sobre los rasgos del agresor y del lugar donde se ha producido la agresión a fin de facilitar su identificación.
La Víctima casi siempre hace lo correcto durante la agresión sexual.
Hace lo único que se podía hacer.

¿Qué debo hacer después de la agresión (violación)?
· No lavarse ni cambiarse de ropa, aunque ésta sea la primera intención, hasta después del reconocimiento médico y de la denuncia. La ropa es un elemento fundamental como medio de prueba, por lo que hay que conservarla sin lavar.
· Acudir a un Centro de Salud y Hospital donde el personal sanitario realizará una serie de pruebas (reconocimiento general, exploración ginecológica, exudado vaginal, valoración del estado emocional, muestra de sangres, etc.) y emitirá un parte, del que se debe entregar una copia a la víctima, en el que constará las lesiones, heridas y traumatismos observados, análisis y pruebas efectuadas, el tratamiento aplicado y el pronóstico.
· Con la violación puede existir el riesgo de embarazo o de contagio de enfermedades venéreas, por lo que se puede dar un tratamiento para evitar una posible gestación y administrar la medicación adecuada para evitar el riesgo de dichas enfermedades. No obstante, hay que hacerse revisiones posteriores.
· Interponer denuncia ante la Policía o en el Juzgado de Guardia. Denunciar es poner en conocimiento de las autoridades los hechos ocurridos a fin de que éstas lleven a cabo las acciones pertinentes. La interposición de la denuncia es un derecho y un deber de la víctima a fin de evitar nuevas agresiones.
· Si se desea, se puede solicitar ser atendida por una mujer.
· Hay que procurar responder despacio a las preguntas que se formulen, intentando proporcionar el mayor número de datos posibles para la identificación y esclarecimiento de los hechos. En el relato de los mismos no hay que callar nada, algún dato que quizás resulta insignificante puede constituir el elemento de prueba.
· Algunas preguntas pueden resultar molestas o desagradables, pero es necesario responderlas. No obstante, en caso de duda sobre la oportunidad de las mismas, hay que solicitar explicaciones del motivo de la pregunta formula. No hay que permitir, bajo ningún concepto, comentarios humillantes o intimidatorios que no tengan nada que ver con la investigación.
· Solicitar información, asesoramiento y ayuda de los distintos especialistas: recibirás y debes solicitar información sobre la tramitación jurídica de la denuncia, de los derechos que te asisten (Justicia gratuita para ejercer la acusación particular) y de los recursos sociales, sanitarios y psicológicos existentes para paliar la situación.
· Solicitar una copia de la denuncia.
Es aconsejable realizar todos estos trámites en compañía de personas de confianza.

MUY IMPORTANTE: No hay que culpabilizarse por lo ocurrido, el único culpable es el agresor.

¿Qué debe hacer el entorno social de la persona agredida sexualmente?
Es muy importante el apoyo social (amistades, compañeros/as de trabajo, etc.) y del familiar que reciba la víctima tras la agresión sexual.
Una actitud adecuada hacia ella ayuda a que la víctima se recupere porque se reduce la ansiedad, se evita que se inicie la primera etapa del síndrome del estrés postraumático; y reducimos el riesgo de que la víctima sufra disfunciones sexuales, rompa relaciones sociales y se previene la recaída a largo plazo.
Por tanto es muy importante:
· Mostrar compresión.
· Animarla y apoyarla a que reinicie su vida habitual.
· Respetar su privacidad. No mostrar una actitud morbosa.
· No Juzgar su comportamiento.
· Buscar soluciones a los problemas inmediatos y ofrecerle ayuda.
· Tratarla de forma natural.
A petición de la víctima, limitar al máximo la publicidad del hecho

¿Qué consecuencias psicológicas son frecuentes en las víctimas de agresiones sexuales?
Los síntomas experimentados tras una agresión sexual (síndrome postraumático) no son los mismos en todas las víctimas y dependen de diversas circunstancias (edad, personalidad, características y duración de la agresión, apoyo social, momento emocional que vive la víctima, etc.). No obstante, existe una amplia coincidencia en las fases y reacciones básicas de las víctimas.

a) La primera etapa o reacción inmediata es de shock/desorganización. Su composición y duración varía desde minutos a horas. La afectividad se ve dominada por los sentimientos de vulnerabilidad, impotencia, aislamiento y bloqueo afectivo. A nivel cognitivo la persona es incapaz de pensar con claridad, la conmoción y la imposibilidad de aceptar lo sucedido dominan sus pensamientos.

b) La segunda fase o reacción a corto plazo se caracteriza por la reevaluación cognitiva del suceso. La duración aproximada fluctúa entre semanas o meses. Durante este periodo, la víctima trata de integrar el suceso dentro de sus esquemas personales, escala de valores, expectativas previas de comportamiento, percepción de sí misma y del entorno, etc.

En esta fase son frecuentes los siguientes síntomas:
· Repetición continuada del suceso (pesadillas constantes, pensamientos recurrentes...).
· Obsesión por la Higiene.
· Incapacidad de afrontar lo sucedido, de adoptar decisiones, está seriamente desorganizada.
· La afectividad alterna continuamente, de la tristeza a la euforia, del miedo a la ira, etc. Son constantes los cambios de humor.
· Temor a posteriores agresiones o represalias del agresor, lo que incide negativamente en el proceso.
· La conducta se ve modificada en grado variable pero, especialmente, en el ámbito de la vida cotidiana, vive en un círculo mucho más restringido, reduce sus actividades, no sale, rechaza las relaciones sexuales, etc.
· Algunos de los síntomas psicofisiológicos pueden ser dolores de cabeza, trastornos del apetito, vómitos, náuseas.
· También son frecuentes los sentimientos depresivos, la ansiedad, la baja autoestima.
· A medio plazo pueden aparecer conductas de evitación. Algunas víctimas actúan "como si no hubiera sucedido nada", intentan suprimir la angustia negando estar afectadas ("estoy bien ya pasó todo"), no hablan del tema, rechazan la ayuda y fingen ante sí mismas y los demás que están muy bien.

c) Una vez el miedo y la ira descienden, la víctima se adentra en la fase de reorganización. Admite lo que le ha pasado y los efectos profundos que ha tenido en su vida, deja de huir de su angustia, se enfrenta a su problema y busca ayuda. Muchas veces la víctima no puede llegar a esta fase hasta después del juicio. Además, a mayor acercamiento afectivo entre víctima y autor más tiempo transcurre en decidir pedir ayuda y en denunciar los hechos.
SI HAS SIDO VÍCTIMA DE UNA AGRESIÓN SEXUAL, PIDE AYUDA.

Falsas creencias sobre agresión sexual
Los abusos sexuales son infrecuentes, casi no se dan.
· Se dan en las niñas pero no en los niños.
· Hoy se dan más abusos que antes.
· Los agresores son normalmente enfermos psiquiátricos o "viejos verdes".
Los agresores son casi siempre desconocidos.
Sólo ocurren en ambientes especiales (pobreza, baja cultura, etc.) y situaciones especiales (callejones oscuros y en la noche).
Los niños no dicen la verdad cuando cuentan que han sufrido abuso sexual.
· Las víctimas de abuso sexual son normalmente chicas jóvenes que visten seductivamente o niñas que se lo buscan.
Los abusos sexuales van casi siempre asociados a violencia física.
· Si la madre de un niño se entera de que éste ha sido objeto de abusos sexuales, no lo permitiría y lo denunciaría.
Está bien forzar a alguien a tener sexo contigo bajo ciertas circunstancias tales como si él/ella te seduce, si él/ella dice sí y luego cambia de opinión, o si tú has gastado mucho dinero en él/ella. Esta idea es un terrible error.

Realidades sobre los abusos y agresiones sexuales
· Los abusos son más frecuentes de lo que solemos pensar. En torno a un 23% de niñas y un 15% de niños son víctimas de abusos.
· Los niños también son víctimas de abuso sexual.
· Los abusos sexuales se han dado en todas las épocas, han existido siempre.
· La mayoría de los abusos son cometidos por sujetos aparentemente normales.
· Los agresores pueden ser desconocidos y conocidos, familiares, amigos, etc.
· Los abusos están presentes en todas las clases sociales y pueden ocurrir en cualquier lugar y momento del día.
· Los niños casi nunca mienten cuando dicen haber sufrido abusos.
· El abuso sexual puede ocurrirle a cualquiera, independientemente de la edad, sexo o forma de vestir
· En muchas ocasiones, las personas que sufren abusos tienden a ocultarlo por vergüenza, miedo etc.
· El agresor no emplea siempre violencia, en muchos casos utiliza la persuasión o el engaño.
· No es infrecuente que las madres reaccionen ocultando los hechos, sobre todo si el agresor es un familiar.
· Forzar a alguien para tener sexo no está nunca bien, bajo ninguna circunstancia.

Violencia de Género. Guía asistencial. Ed. EOS (de Mª José Rodríguez de Armenta)