Preocupante número de delitos de menores de edad, afirman especialistas

DELINCUENCIA JUVENIL

Delitos más graves, autores más niñosLos expertos alertan sobre el riesgo de la delincuencia juvenil, que atribuyen a una sociedad permisiva que deja solos a los adolescentes por los horarios de sus padres

Los delitos contra las personas cometidos por menores van en aumento. Esa es la conclusión que se desprende de los datos de la memoria 2009 de la Fiscalía General del Estado, según la cual, a pesar de que «la criminalidad juvenil ha experimentado un descenso cuantitativo» en algunos tipos penales de frecuente aplicación, como robos y delitos contra la salud pública, «algunos de los de mayor gravedad han sufrido un incremento», dice el documento, que agrega que los menores «están cometiendo delitos de una complejidad cada vez mayor».

Los procedimientos incoados contra menores que por ley están en edad de asumir una responsabilidad penal -es decir, entre 14 y 18 años- por delitos de violencia doméstica, contra la libertad sexual y contra la vida, aumentaron considerablemente del 2007 al 2008.
En el ámbito de la violencia doméstica, en el 2007 se abrieron 2.683 causas, mientras que en el 2008 fueron 4.211.
Los delitos que más aumentaron en esta categoría fueron las agresiones de hijos a padres. Los delitos contra la libertad sexual pasaron de 1.501 a 1.740, mientras que los delitos contra la vida, que agrupan, entre otros, homicidios y asistencia en el suicidio, pasaron de 189 a 266 en el mismo período, a pesar de que en el 2006 las cifras habían experimentado un descenso significativo, llegando a 120.

En opinión de la abogada ourensana Mayte López Pérez-Cruz, presidenta de la Confederación Española de Abogados Jóvenes y especialista en Derecho Penal, en este aumento influyen muchos factores.
«Los adolescentes tienen cada vez más acceso a información de todo tipo, y muchas cosas al alcance de la mano porque la sociedad es mucho más permisiva. Por ejemplo, se les prohíbe que consuman alcohol en un bar, pero sí pueden hacerlo en la calle».

Sin posibilidad de conciliarGonzález asegura que el cambio en la organización de la familia y de la sociedad «hace que los padres no puedan conciliar su vida familiar y profesional, y por lo tanto no pasen tiempo con sus hijos, y eso influye directamente en su educación».

«El problema es que se cometen delitos cada vez más graves por menores cada vez más jóvenes», señaló a La Voz el Defensor del Menor de Madrid, Arturo Canalda. Así, niños de hasta 13 años han cometido delitos que por su gravedad han tenido un gran impacto social, lo que ha llevado a peticiones como la del Partido Popular para rebajar la edad penal a 12 años, o de condenas a pena de muerte o cadena perpetua, como en el caso del asesino confeso de Marta del Castillo. Para Mayte López, «cuando pasa un hecho puntual, se piden medidas drásticas por el impulso del momento». Sin embargo, considera que «bajando la edad penal a 12 años no vamos a solucionar nada», porque «no es un problema que tenga que solucionar la ley, sino el conjunto de la sociedad, que debe ser consciente de la necesidad de inculcar otros valores, de que los hijos respeten a sus padres, de cambiar la forma en que vivimos».

«Mas allá de que hay casos en los que es necesario encerrar al menor, son bienvenidas las políticas encaminadas a su reeducación y reinserción social», dice López, que en ese sentido considera que «los centros de menores deben existir, primero porque funcionan, y porque están enfocados a esa reeducación social, pero es necesario adecuar las penas a las circunstancias del delito, según el principio de proporcionalidad», añade.

Para López, la ley debería reformarse, pero en un ámbito que influiría en la prevención y no en el castigo: «Las leyes no amparan a la hora de conciliar. Trabajar es importante, pero también es muy importante dedicar tiempo a la familia y sobre todo a los hijos, especialmente en edades que son muy importantes para su desarrollo».
«La solución pasa por la educación, primero en casa, luego en el colegio», asegura la letrada, para quien «los profesores no tienen por qué enseñar lo que los menores deberían haber aprendido en su casa».

Aún así, López aclara que muchos menores «son solo el reflejo de lo que viven en su familia y en su entorno, y agreden porque han visto y vivido agresiones en su casa».





Raúl Tortolero, presidente de Avanzada Ciudadana, indicó que es necesario echar a andar programas para que los padres de familia convivan con sus hijos y les enseñen a resaltar los valores morales.

Es preocupante el número de delitos en los que se ven involucrados menores de edad, por lo que es necesario que sociedad y autoridades implementen acciones para combatir ese problema, afirmó Raúl Tortolero, presidente de Avanzada Ciudadana.

En conferencia de prensa, señaló que a últimas fechas se ha incrementado la participación de adolescentes en actividades delictivas, lo cual muchas veces va aparejado con el consumo de estupefacientes.
En ese sentido, el presidente de esa organización indicó que es necesario echar a andar programas para que los padres de familia convivan con sus hijos y les enseñen a resaltar los valores morales.
Refirió que el Consejo Mexicano de Psicoanálisis durante dos años desarrolló el trabajo denominado "Jóvenes en conflicto con la ley" al interior del Consejo Tutelar de Menores capitalino, en el cual se dio terapia a 120 muchachos entre 16 y 20 años.Precisó que existe una profunda autodevaluación sobre la historia familiar, situación que lleva a que muchos de los acusados cometan ilícitos como homicidios, robo y venta de drogas.
Raúl Tortolero indicó que la facilidad con que la juventud se involucra en crímenes habla de una ausencia de valores fundamentales y de oportunidades de desarrollo, motivo por el cual es urgente combatir ese fenómeno.En el mismo tenor se expresaron Anabel Pagaza y Míriam Macías, del Consejo Mexicano de Psicoanálisis y Psicoterapia, así como Nylia Nieto, coordinadora del proyecto "Jóvenes en conflicto con la ley".
Las especialistas señalaron que es necesario ofrecer orientación a las familias mexicanas para que brinden cuidados, educación y cariño a los hijos, lo cual es fundamental para evitar que incurran en hechos delictivos.Indicaron que debe buscarse construir una sociedad que luche por la seguridad, el trabajo y la libertad, pues sólo de esa manera se podrá hacer frente a la crisis de inseguridad que vive el país.

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