A este respecto, diversas fuentes judiciales consultadas consideran que la orden de alejamiento se le impone al agresor, por lo que el único que la puede incumplir es él. En cuanto a las víctimas, achacan su actitud a la difícil situación en la que se encuentran y creen que no se debería actuar contra ellas por cooperación necesaria cuando consienten volver con su maltratador aunque esté condenado. Apuntan a la información hacia las maltratadas como la mejor herramienta para frenar estas situaciones y sacar a la luz los casos de malos tratos.
En el último año, las denuncias por violencia de género siguen aumentando, lo que demuestra la tendencia al alza. No obstante, según un estudio llevado sobre los Juzgados de Violencia de Género de Alicante, entre un 70% y un 80% de los malos tratos quedan impunes y no llegan a salir a la luz. Según el citado informe, el 96% de los hechos que se denuncian son delitos. De todos ellos, el 90% de los malos tratos son físicos y el resto psicológicos. Un 30% son agresiones habituales.